En el Casco Antiguo de Palma de Mallorca, en un edificio de más de 250 metros y 4 plantas, el estudio local de Angel Martin eligió muebles sobrios, cerámica artesanal y piezas icónicas de diseño para dar calidez a la nueva vivienda de una pareja sueca. El objetivo fue no distorsionar el espíritu clásico de la arquitectura, así que se eligieron objetos con carácter, sobrios, que no desentonasen con el espacio, como la mesa de centro vintage del salón, el sofá y las butacas con caída tradicional o la cerámica artesanal del artista de la isla Jaume Roig, que también es el autor de los dos grandes obras del salón. Hemos buscado la continuidad de los muebles con la arquitectura que los acoge para no distorsionar su trabajo sino, por el contrario, arroparlo y darle vida a través de textiles naturales, materiales nobles y una escasa pero homogénea paleta de colores. El resultado es una vivienda serena, cálida, en la que las escaleras y paredes en ocasiones redondeadas matizan y suavizan el poder de la arquitectura gracias a la madera de revestimientos y muebles pensados para arropar.