Este proyecto, desarrollado por Angel Martin Studio en colaboración con la constructora Consfutur, parte de una transformación: convertir un antiguo local comercial en dos viviendas unificadas en primera línea de mar. El reto fue hacer que la fachada dejara de parecer un bajo comercial y se leyera como arquitectura doméstica, con carácter, coherencia y materiales honestos.
Todo está diseñado a medida: desde la cocina hasta los armarios, el sofá de obra, las mesas, los cabeceros. Usamos materiales naturales, como la piedra y el roble, buscando calidez, continuidad y una identidad clara. La textura de fachada se repite en patios y zonas comunes para mantener una lectura coherente.
Incorporamos piezas artesanales locales para dar alma al conjunto. Es un proyecto contenido, sobrio y preciso, donde cada detalle está pensado para durar y habitarse con calma.