Gracias a la reforma completa realizada por nuestro estudio, esta casa de unos cuarenta años es ahora un soplo de aire fresco y rezuma encanto y calidez.
Piedra, roble y otros materiales naturales se combinan perfectamente con toques modernos, como líneas angulares y elegantes, transmitiendo un efecto fresco y atractivo. Se logra una vibración acogedora y distintivamente mediterránea mediante el uso de tonos terrosos, como el beige, el salvia y el crudo.
Se logró una sensación de amplitud y luz conectando la cocina con el comedor y creando más espacio en la escalera y la sala de estar. El mobiliario a medida, así como algunas piezas icónicas, acentúan el perfecto equilibrio de la villa entre el chic rústico y el minimalismo contemporáneo.